Luego de haber sorteado las tormentas de la Segunda Guerra Mundial y construido relaciones estrechas con Brasil y otros países sudamericanos líderes, a comienzos de los años 1950, la empresa familiar Louis Dreyfus podía considerarse a sí misma verdaderamente global, con oficinas comerciales de New York a Melbourne.
La década de 1950 marcó el inicio de un período de cambio, y no sólo dentro del Grupo. El mundo de la postguerra, y Europa en particular, se veía notablemente diferente a lo que había sido antes de 1939. La nueva década trajo consigo vientos de cambio: un tiempo para la recuperación y también para oportunidades inesperadas.
Si bien se había mantenido esencialmente como una compañía comercializadora de granos desde la época de Léopold, en las dos décadas siguientes, el Grupo buscó nuevas vías de crecimiento, expandiendo el alcance de sus operaciones hacia la infraestructura y la logística.
Cuando Gérard Louis-Dreyfus fue designado Presidente del Grupo en 1969, llevó las actividades de comercialización por una dirección diferente y aprovechó las oportunidades de arbitraje en diversos mercados de commodities.
Bajo el mando de este líder apasionado y carismático, la compañía experimentó un crecimiento sin precedentes. Gérard amplió las actividades agrícolas del Grupo al algodón, el azúcar, los cítricos y el café, y en la década de 1990, expandió las actividades de originación y marketing, incorporando el procesamiento de cítricos y oleaginosas.
Continuando el período próspero bajo la dirección de Gérard, una nueva era comenzó cuando el bisnieto de Léopold, Robert Louis-Dreyfus, asumió el mando en el año 2006. Robert creó subsidiarias autónomas para cada una de las diferentes actividades del Grupo, consolidando la estructura de la compañía y dándole un nuevo nombre: Louis Dreyfus Commodities.
Una de las medidas más revolucionarias de Robert fue su decisión de recompensar a los colaboradores de la compañía con una combinación de acciones y bonos en efectivo, con el fin de incentivar el pensamiento a largo plazo y una mayor participación en el rendimiento diario del Grupo, creando un sentido de pertenencia a la compañía.
Desde que Léopold fundó el Grupo en 1851, cada generación de la familia Louis-Dreyfus debió enfrentar distintos desafíos y adversidades: desde la guerra y el sacrificio personal hasta la competencia feroz dentro de la industria. Y esta generación no es la excepción.
Uno de los dos eventos más significativos y recientes fue el surgimiento y las repercusiones de la crisis global de 2008. El otro fue la pérdida de Robert Louis-Dreyfus, quien falleció en el verano de 2009.
A lo largo de toda la crisis financiera, el Grupo mantuvo la estrategia definida por Robert: mediante la diversificación de su portfolio y realizando inversiones estratégicas, LDC se volvió más fuerte de lo que había sido jamás. Invertimos en nuestras operaciones de oleaginosas en Asia, y en plantaciones y plantas de procesamiento de caña de azúcar en Brasil. Durante los dos años siguientes se realizaron inversiones adicionales en activos fijos y mejoras en las redes de logística, con la incorporación de plantas en Canadá, Estados Unidos y Alemania a nuestro portfolio. Otras adquisiciones clave incluyeron una compañía de azúcar con cotización en la Bolsa de Estados Unidos, una compañía internacional líder en la comercialización de productos lácteos y uno de los mayores operadores de molienda de maíz de Brasil.
Consolidando el legado de Robert, para el año 2014, las ventas netas del Grupo se habían duplicado en comparación con 2009, fortaleciendo nuestra posición como actores globales líderes en la industria de los commodities. Inspirado en el pasado y mirando hacia el futuro, el Grupo redefinió su estrategia en 2016, con un enfoque renovado en la consolidación de su relación con los clientes, proveedores y colaboradores, y su rol como comercializador global de productos agropecuarios. Para marcar este nuevo capítulo en la historia de la compañía, el Grupo fue rebautizado Louis Dreyfus Company (LDC).
Sin ninguna duda, nuestra historia nos ha dado mucho de lo cual estar orgullosos. Continuamos la travesía que inició Léopold en 1851 y que otros líderes de la familia Louis-Dreyfus siguieron. En la actualidad, nuestra misión es utilizar nuestro know-how y nuestro alcance global para llevar el producto adecuado al lugar adecuado, en el momento adecuado, satisfaciendo las necesidades y expectativas de nuestros clientes y socios, de manera segura y sustentable.
Así es como queremos continuar escribiendo nuestra historia.
Esta publicación es la última de una serie de 3 artículos sobre los comienzos de LDC. Para conocer más acerca de nuestra historia, te invitamos a leer la Parte 1 y la Parte 2, o visitar la sección “Nuestro Legado” en nuestro sitio Web.
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