Mientras el mundo enfrenta el doble desafío del crecimiento demográfico y el cambio climático, garantizar sistemas alimentarios sostenibles es una prioridad fundamental.
En Louis Dreyfus Company (LDC), reconocemos que abordar estos desafíos significa preparar los sistemas agroalimentarios para el futuro a fin de satisfacer las necesidades alimentarias actuales y, al mismo tiempo, proteger los recursos naturales para el beneficio de las generaciones futuras.
Wei Peng, nuestro director global de Sustentabilidad para Granos y Oleaginosas y líder global de Gestión de Tierras, compartió ideas sobre el enfoque de LDC para construir sistemas alimentarios resilientes a través de experiencia, tecnología y asociaciones.
Asegurar el futuro de los alimentos
“Es un hecho que la agricultura y la producción de alimentos son responsables de casi un tercio de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a nivel mundial en la actualidad, y que la expansión agrícola representa una parte significativa de la pérdida de hábitat nativo a nivel mundial”, comenta Wei. “Al mismo tiempo, el cambio climático y la crisis de la biodiversidad amenazan la producción agrícola, alteran las cadenas de suministro y ponen en peligro la seguridad alimentaria en todo el mundo”.
LDC está trabajando de manera proactiva para definir operaciones y cadenas de suministro más sostenibles, de forma individual dentro de nuestra empresa pero también más allá de ella, en colaboración con socios en todas nuestras cadenas de valor, reconociendo que un cambio significativo y duradero requiere que compartamos conocimientos y mejores prácticas que nos empoderen a todos para adoptar el cambio.
La clave de este esfuerzo es nuestro compromiso con el uso sostenible de la tierra, con un enfoque en la conservación de los bosques y la vegetación nativa, y la promoción de la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y regenerativas, con el objetivo de ayudar a proteger la viabilidad a largo plazo de las tierras agrícolas, asegurando que sigan siendo productivas para las generaciones futuras.
Este proceso se basa en acciones para apoyar la producción agrícola sostenible, crear resiliencia en la cadena de suministro frente al cambio climático, contribuir a la conservación de la biodiversidad y el suministro mundial de alimentos y proteger la biodiversidad, mejorando al mismo tiempo los medios de vida de los agricultores.
Empoderar a los agricultores para adoptar prácticas sostenibles
“Los agricultores están en la primera línea de los desafíos climáticos y sus medios de vida dependen de prácticas sostenibles; asimismo, son la base de nuestro sistema alimentario y nuestro negocio depende de la viabilidad de su producción”, afirma Wei. “Por eso, LDC colabora con los agricultores para fomentar e incentivar la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas y mejorar su productividad de manera duradera, mediante la implementación de técnicas agrícolas sostenibles y regenerativas que puedan proteger la salud del suelo, preservar la biodiversidad, reducir el uso del agua y minimizar el impacto ambiental de la producción de cultivos”.
Nuestro programa global de agricultura regenerativa tiene como objetivo apoyar a 30 000 agricultores para 2030, que abarcaría 3 millones de acres de tierras de cultivo, con el conocimiento técnico y las herramientas para implementar técnicas agrícolas sostenibles como labranza reducida, cultivos de cobertura y uso optimizado de fertilizantes.
Estos esfuerzos se amplifican aún más mediante colaboraciones entre múltiples partes interesadas, como gobiernos, inversores y socios comerciales para crear soluciones escalables.
“Por ejemplo, en mayo de este año lanzamos nuestro programa colaborativo de agricultura regenerativa en Argentina, enfocado en cultivos de soja, maíz y camelina, con el objetivo de cubrir 205 000 hectáreas e involucrar a 400 productores argentinos para 2030”, explica Wei. “Y esta es solo una de muchas iniciativas en todo el mundo”.
Aprovechar la tecnología para la sustentabilidad
Se proyecta que nuestra población mundial alcanzará los 10 000 millones en 2061, por lo que es vital un cambio hacia una producción alimentaria más sostenible, y en LDC creemos que combinar prácticas agrícolas regenerativas con modelos de distribución innovadores y tecnología agrícola es un camino clave para satisfacer la creciente demanda de alimentos de manera sostenible.
Como parte de nuestro programa de agricultura regenerativa en EE. UU., nuestros equipos utilizan la tecnología de vanguardia de EarthOptics que combina la recopilación de datos del suelo en el campo con detección remota y aprendizaje automático para crear perfiles detallados de la estructura y la salud del suelo. “Esta tecnología nos permite ayudar a los agricultores a mejorar la salud del suelo a un menor costo, maximizando los recursos para prácticas sostenibles de gran impacto”, explica Wei.
Nuestro equipo de Ciencia de Datos también utiliza inteligencia artificial (IA) para monitorear el rendimiento de los cultivos y detectar cambios en el uso de la tierra (como la deforestación): “La integración de la IA con los datos sobre el terreno respalda las decisiones de abastecimiento responsable y nos ayuda a mitigar los riesgos ambientales en nuestras cadenas de suministro”, afirma Wei.
Colaboración para generar impacto a gran escala
Para abordar los complejos y multifacéticos desafíos ambientales y sociales del sistema alimentario mundial se necesita colaboración para impulsar y ampliar un cambio positivo y duradero. Por eso LDC cree en el poder de las asociaciones entre múltiples partes interesadas basadas en un compromiso compartido con la creación de valor justo y sostenible.
En particular, prevemos la necesidad de asociaciones público-privadas para ayudar a acelerar la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles.
“Estamos orgullosos de asociarnos con partes interesadas con ideas afines y con visión de futuro que buscan soluciones compartidas para desafíos comunes, incluidos nuestros socios comerciales en la cadena de suministro, instituciones financieras, proveedores de tecnología, organizaciones de la sociedad civil y otras partes comprometidas a impulsar el progreso y el impacto a escala”, dice Wei. “Porque preparar nuestro sistema alimentario para el futuro no es solo una responsabilidad ambiental o social: es un imperativo que afecta a todos los actores y partes interesadas en las cadenas de valor alimentarias, desde los agricultores hasta los consumidores finales”.
En LDC, estamos intensificando nuestros esfuerzos para impulsar los cambios necesarios para esta transición vital hacia sistemas agroalimentarios inclusivos y sostenibles, lo que ayuda a desarrollar nuestra resiliencia colectiva a largo plazo.