Nacida en Estambul, Pinar Dolen es licenciada en Ingeniería Aeronáutica, lo cual, esencialmente, es ciencia aeroespacial. Pero se ubica a sí misma en un universo diferente: análisis comercial informático. Con 15 años de experiencia en su campo, en Louis Dreyfus Company (LDC), Pinar se desempeña como directora global de Back Office, Inteligencia Comercial e Innovación. Sus colegas traducen esto en: “La mujer a cargo de la transformación”.
Pinar comenzó su carrera en Turquía como consultora comercial, antes de obtener un MBA e incorporarse a Procter & Gamble (P&G) como analista de sistemas. Desde allí, P&G la trasladó a Ginebra, donde se incorporó a LDC en junio de 2016.
A lo largo de su carrera, Pinar ha hecho un buen uso de sus inusuales habilidades. “Las empresas en la actualidad no pueden existir sin la tecnología informática”, afirma. Pero más allá de “existir”, a Pinar le interesan fundamentalmente los resultados.
“Hace 20 años, imaginábamos a la gente de informática sentada en una oficina oscura y programando”, dice. “Hoy, en el contexto comercial, un analista de sistemas resuelve problemas y busca soluciones que, en definitiva, hacen a la compañía más competitiva, eficiente y productiva.”
“La tecnología ayuda a hacerlo posible”.
Liderando a un equipo de personas alrededor del mundo, Pinar cuenta que entró en la Tecnología Informática por casualidad. “Proponer ideas y verlas implementarse fue muy atractivo para mí”.
Pinar actualmente está introduciendo e implementando proyectos a gran escala en planificación de recursos empresariales e inteligencia comercial en LDC. El objetivo, dice, es utilizar la tecnología para permitir un procesamiento de datos más veloz, una recuperación de datos más simple y establecer estándares para los procedimientos de la compañía.
“Utilizar la informática para mejorar los resultados comerciales es lo que me motiva”, dice. “Me interesa añadir valor y hacer avanzar el negocio”.
Bajo el agua
Cuando le preguntamos sobre las principales características de su personalidad que la condujeron a donde se encuentra hoy, Pinar no duda: “Voy muy al detalle de los problemas comerciales. Para poder mejorar y cambiar algo, es necesario comprenderlo desde la raíz. Una vez que entendemos verdaderamente el problema comercial, podemos encontrar la solución a través de la tecnología”.
“Me inspira aprender. No me imagino que alguna vez dejaré de aprender”.
¿La comercialización de commodities es un negocio improbable para alguien de su perfil? “Sí, pero la necesidad constante de adaptarse, innovar, y mantenerse al día con los cambios rápidos de los flujos de los productos agrícolas” es lo que hace que su rol sea tan relevante.
El término ciencia espacial (“rocket science”) es muchas veces utilizado como sinónimo de algo increíblemente difícil de comprender. Y junto con esa habilidad, Pinar parece haber encontrado respuestas a algunos de los desafíos profesionales y personales más complejos de la vida.
Cuando le preguntamos cómo equilibra sus viajes frecuentes, vivir en un país extranjero y criar a su pequeña hija, nos dice:
“Quiero conseguir los mejores resultados. Ya sea en la oficina, en mi casa o en cualquier otro lugar: depende de mí planificarlo. Sólo necesito asegurarme de esforzarme por los mejores resultados”.
En este sentido, tiene suerte de vivir en Ginebra, que combina la conveniencia de un pueblo pequeño con todas las comodidades que una gran ciudad puede brindar.
¿Y para desenchufarse? “Me meto debajo del agua”, responde. El buceo es su pasión.